Estos son los tres grandes pecados que pusieron a México en un limbo

La arrogancia de los directivos de la Federación han puesto a esta nación futbolística en una compleja situación durante décadas. Se asumió que México era un referente del fútbol a nivel mundial, gracias a sus grandes participaciones mundiales, Copa Confederaciones, Copa América y su gran dominio que tenían sobre la CONCACAF, en algún punto, el TRI era considerado un gigante del fútbol, una catedral. Desafortunadamente, esa perspectiva ha cambiado y en gran parte por culpa de lo acontecido en Qatar 2022.

Los favores, la corrupción y el nepotismo han cambiado la dinámica de trabajar por el bien común del fútbol. Cuando los directivos del conglomerado nacional prefirieron buscar beneficiarse monetariamente por encima de desarrollar un plan en común que ayude al fútbol mexicano desde las categorías menores hasta la mayor, cualquier tipo de proyecto sensato fue tirado a la basura. Según los últimos reportes, el actual presidente de la Federación, tendrá  que presentar su informe a  los dueños de los clubes sobre por que México hizo tan mal papel en en tierras árabes antes de que concluya el mes.

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Igualmente, se ha señalado, que ese mismo 30 de enero de Luisa deberá apuntalar y presentar oficialmente quién será el nuevo entrenador de México. En las últimas semanas, en los medios de comunicación se ha hablado mucho sobre si tiene que ser un técnico mexicano o un extranjero. La conversación ha estado enfocada en debates intrascendentes en lugar de buscar analizar que es lo que verdaderamente importa. También se ha estipulado que ya solamente quedan dos finalistas. Por un lado, tenemos a Guillermo Almada con su dupla de Jaime Lozano y por el otro, está Miguel Herrera. La primera opción es una de sensatez y visión a corto mediano y largo plazo; la segunda, es una de nacionalismo.

Errores que ya no puede cometer México

Finalmente, la selección mexicana tiene la tarea de armar un plan a corto plazo que les permita llegar en la mejor forma posible al Mundial del 2026, el cuál se jugará en tres años y medio. Para conseguir el objetivo de trascender en casa, será crucial que los dueños de los equipos junto con Yon de Luisa, elijan al candidato ideal. Ese será aquel que haga primordial el desarrollo de las categorías menores, busque realizar un cambio generacional, el cuál ya le urge al plantel y por último comprenda que las Copas del Mundo se hagan diez años antes, forjando ideas y trabajándolas, no cuando suena el silbatazo inicial.