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(VIDEO) Las Águilas celebraron el empate como si fuera un triunfo menos Saint-Maximin, así salió del estadio de Rayados

El francés estaba muy molesto por no haber conseguido los 3 puntos, se fue muy enojado a los camerinos y fue el primero en dejar la cancha

Por David Alomoto

América / Foto: América
América / Foto: América

El empate entre América y Rayados, en el último minuto del partido, se vivió con emociones encontradas en el vestuario de las Águilas. Si bien la mayoría de los jugadores celebraron el punto conseguido como si se tratara de una victoria, hubo uno que no compartió esa euforia. Allan Saint-Maximin, el delantero francés, abandonó el campo con un evidente gesto de enfado, dejando en claro que para él, un empate no era suficiente.

Mientras sus compañeros se abrazaban y festejaban con la afición, Saint-Maximin se mostró muy molesto por no haber conseguido los tres puntos. Con la cabeza baja y los puños apretados, el francés caminó directo a los vestuarios, sin siquiera voltear a ver a sus compañeros. Fue el primero en abandonar el campo, una señal inequívoca de su frustración.

La actitud de Saint-Maximin no es casualidad. El delantero, que llegó a México con la etiqueta de figura, tiene una mentalidad ganadora que no le permite conformarse con un empate. A pesar de haber tenido un buen partido, con jugadas de peligro y un gran despliegue físico, el francés se fue con el sabor amargo de no haber conseguido la victoria. Para él, solo la victoria es la meta.

La reacción de Saint-Maximin ha sido interpretada por muchos como una muestra de su compromiso y ambición. A diferencia de otros jugadores que se contentan con un empate, el francés exige más de sí mismo y de su equipo. Su enfado demuestra que no está en el América solo para cumplir un contrato, sino para ganar títulos y marcar la diferencia.

En conclusión, la salida de Allan Saint-Maximin del estadio de Rayados fue un claro reflejo de su mentalidad de ganador. Mientras sus compañeros celebraban el empate, el francés se fue con la frustración de no haber conseguido el triunfo. Su actitud, aunque pueda parecer excesiva, es un mensaje de ambición y compromiso, un recordatorio de que en el América, un simple empate nunca es suficiente.


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