Por David Alomoto
Tras el empate sin goles ante Tigres, el entrenador de Chivas, Gabriel Milito, se presentó en la rueda de prensa con un mensaje de gratitud hacia sus jugadores. El estratega argentino destacó la entrega y el buen rendimiento del equipo en el terreno de juego, lamentando que el esfuerzo no se tradujera en los tres puntos que habrían mejorado su posición en la tabla general. A simple vista, el ambiente era de satisfacción, pero la realidad en el campo de juego fue otra.
Lejos de las cámaras de televisión que cubren la conferencia de prensa, las imágenes captadas por periodistas de la Perla Tapatía revelaron una historia diferente. A través de un video compartido por José María Garrido de Claro Sports, se pudo ver a Gabriel Milito visiblemente molesto, regañando con intensidad a dos de sus futbolistas clave en la defensa: el portero Raúl Rangel y el zaguero Gilberto Sepúlveda. El motivo de la reprimenda, según el periodista, fueron los errores en la salida de balón.
Los regaños del técnico argentino no son un indicio de una mala relación con sus jugadores, sino una muestra de la alta exigencia que el entrenador impone. En encuentros de alta intensidad, es común que los entrenadores busquen mantener a sus pupilos completamente concentrados para evitar cualquier error individual que pueda costar caro. Los fallos en la salida de balón, una de las principales preocupaciones de Milito, han costado puntos en este torneo, y el técnico busca corregirlos de raíz.
La historia de Gabriel Milito es una gran lección para el fútbol. La pasión, el trabajo y el talento son los elementos clave para el éxito en el fútbol. El jugador, que se ha consolidado como uno de los más importantes del fútbol, tiene en sus manos la oportunidad de hacer historia, y su camino para convertirse en una leyenda del fútbol ya ha comenzado.
19/09/2025
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