Liga MX

Mientras Jardine borró a Juárez en el Ame, Milito puso a este crack y la rompió en Chivas, se ganó la titularidad

El cuadro del Rebaño Sagrado consiguió la victoria y Milito se atrevió a darle minutos a Miguel Gómez Ortiz

Por David Alomoto

América / Foto: Universal

La victoria de Chivas en el Clásico Nacional, con un marcador de 2-1 en el Estadio Ciudad de los Deportes, fue un triunfo de la estrategia de Gabriel Milito. El técnico argentino se llevó el duelo de pizarrón ante André Jardine, y en la conferencia de prensa, Milito destacó la clave de su éxito: neutralizar el ataque del América y mantener un sólido equilibrio defensivo. Su enfoque en la solidez atrás fue lo que marcó la diferencia en el encuentro.

La decisión más audaz de Milito fue incluir a Miguel Gómez en el once inicial. El lateral tuvo la monumental tarea de frenar a Allan Saint-Maximin, la estrella ofensiva del América que venía de una gran racha goleadora. Gómez, con un gran despliegue físico y táctico, logró contener el desequilibrio del francés, demostrando un compromiso y una capacidad individual que sorprendieron a muchos.

Aunque Miguel Gómez tuvo que abandonar el partido por una lesión, su trabajo en el campo fue crucial. El plan de Jardine de utilizar a Saint-Maximin como el principal motor de ataque se vio frustrado por la marca implacable del joven defensor. El triunfo de Chivas no se podría entender sin el sobresaliente desempeño de Gómez en la contención de uno de los jugadores más peligrosos del rival.

El impacto de Miguel Gómez en el partido va más allá de lo visual. Sus números respaldan su gran actuación: registró dos despejes, una intercepción y dos entradas exitosas. Ganó dos de los cinco duelos que tuvo en el suelo y mantuvo un 77% de precisión en sus pases. Estas cifras, sumadas a su éxito en anular a un atacante de la talla de Saint-Maximin, demuestran que su papel fue determinante en la victoria de Chivas.

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