El plan del Club América con Marcelo Gallardo

Tras la eliminación del América a manos de su rival histórico, Chivas, el equipo busca un nuevo rumbo bajo el mando de Fernando Ortíz. El objetivo es revitalizar al equipo y recuperar el esplendor pasado. Entre los candidatos considerados para el puesto de entrenador, destaca uno en particular: Marcelo Gallardo. Aunque saben que su contratación no será nada fácil, están dispuestos a explorar todas las posibilidades para aprovechar esta oportunidad.

La posible contratación del Muñeco como entrenador del equipo de Coapa sería un gran impacto a nivel internacional, algo que el club ha perdido en los últimos años. La directiva es consciente de que Gallardo sería el técnico ideal para reconectar con una afición herida, no sólo por la reciente derrota ante el Rebaño, sino también por la desilución generalizada hacia la institución.

Después de siete meses de inactividad, el exitoso estratega, reconocido por sus logros con River Plate, espera encontrar un proyecto que lo entusiasme. Aunque el mercado europeo es su prioridad, se ha sabido que ha rechazado algunas ofertas que no cumplen con sus expectativas. Incluso desde el punto de vista económico, el dinero no es suficiente para convencerlo, ya que después de tantos éxitos con el equipo argentino, simplemente no es una motivación válida.

Héctor González Iñarritu, el presidente operativo del América, desempeñará un papel clave en la búsqueda del nuevo entrenador. Acostumbrado a enfrentar grandes desafíos, será responsable de presentar una lista de candidatos al dueño del club, Emilio Azcárraga, quien tomará la decisión final. No obstante, este tipo de fichajes no son ajenos a González Iñárritu, ya que durante su primera etapa con las Águilas entre 1999 y 2004, cuando era vicepresidente, logró gestionar importantes contrataciones.

Alfio Basile, Iván Zamorano y Luis Hernández son solo algunos ejemplos de los jugadores que González Iñárritu llevó al equipo. Además, dejó en marcha las negociaciones con Claudo López antes de su partida en 2004. Estos antecedentes son motivo suficiente para que la afición vuelva a ilusionarse con la posibilidad de un fichaje de alto nivel.