Ricardo Marín falla solo ante el arco y reaviva todas las dudas en Chivas de Guadalajara

Ricardo Marín quedó en el centro de la escena tras protagonizar una increíble falla en el amistoso entre Irapuato y Chivas, un partido que terminó 0-4 a favor del Rebaño, pero que dejó una imagen imposible de ignorar. En la recta final del encuentro, el delantero tuvo en sus pies el quinto gol luego de controlar el balón con el pecho, pero envió el disparo a la tribuna ante el asombro general. Una jugada que parecía resuelta y que terminó convirtiéndose en el foco del partido, reabriendo un debate que muchos creían cerrado.

La increíble falla de Marín vs. Irapuato:

El encuentro disputado en el Estadio Sergio León Chávez había transcurrido con absoluta calma para Chivas. Los goles de Roberto “Piojo” Alvarado, Richard Ledezma, Samir Inda y Sergio Aguayo habían sellado una victoria cómoda en el primer partido de pretemporada rumbo al Clausura 2026. Sin embargo, la falla de Marín cambió el clima en cuestión de segundos y desplazó el análisis colectivo hacia un nombre propio. Porque no se trató de una ocasión más. El delantero ya había hecho lo más difícil y tenía el arco servido, pero la definición fallida terminó siendo más ruidosa que cualquier gol convertido. Y ahí empezó a gestarse algo que fue creciendo con el correr de los minutos.

Ni bien terminó el partido, las críticas de la afición no tardaron en aparecer. En redes sociales, varios hinchas del Rebaño Sagrado recordaron episodios del pasado y cuestionaron con dureza al atacante. “Regresó el Ricardo Marín que yo recuerdo”, “es el mismo de siempre” y “pésima definición” fueron algunas de las frases que se multiplicaron, reflejando un malestar que parecía latente.

Más allá del tono, el mensaje fue claro: para una parte de la afición, aquella falla no fue un accidente, sino la confirmación de un patrón. Y cuando esa percepción se instala, el margen de error comienza a reducirse de manera peligrosa.

Cabe recordar que Ricardo Marín volvió a Chivas tras finalizar su préstamo con el Puebla, donde había logrado cierta continuidad lejos de los reflectores de Guadalajara. Su regreso fue avalado por Gabriel Milito, quien lo contempló como el tercer delantero del plantel para el Clausura 2026, por detrás de Armando “Hormiga” González y Ángel Sepúlveda. Sin embargo, esa condición implica un rol delicado. Cada minuto en cancha se vuelve una prueba y cada error pesa el doble. Y en un club como Chivas, donde la paciencia suele ser limitada, una imagen puede marcar más que varios partidos correctos.

Chivas cerró su primer amistoso con una victoria sólida, pero la sensación final dejó un matiz incómodo. La pretemporada suele servir para ajustar detalles y probar variantes, aunque también expone fragilidades individuales que no pasan desapercibidas. En el caso de Marín, la falla llegó demasiado pronto y en un contexto que parecía ideal para sumar confianza. Ahora, con el duelo ante Atlas en el horizonte, el delantero sabe que cada intervención será observada con lupa. Porque cuando una jugada se vuelve viral, deja de ser solo un error y empieza a transformarse en un mensaje. Y en Chivas, ese mensaje ya empezó a resonar.