Cruz Azul pone en duda la continuidad de Kevin Mier tras su lesión y el cambio de proyecto

La portería de Cruz Azul entró en zona de máxima tensión tras el debate que se encendió en ESPN, cuando José Ramón Fernández lanzó la pregunta que hoy divide a la afición: si Kevin Mier debe quedarse o salir del club. La respuesta de Adal Franco fue tan directa como incómoda para el entorno celeste. “Se va para mí… para mí se va, pero ahorita ni se puede ir porque se está recuperando”, sentenció el analista, exponiendo que el problema ya no es solo deportivo, sino también de tiempos y mercado, un escenario que condiciona cada decisión futura.

La frase no pasó desapercibida en La Noria porque resume una realidad difícil de digerir. La lesión del arquero colombiano no solo frenó cualquier movimiento inmediato, sino que también golpeó su valor de mercado en el peor momento posible. Cruz Azul tiene a uno de sus activos más valiosos inmovilizado y, mientras eso ocurre, el debate público crece y empieza a erosionar certezas que hasta hace poco parecían inamovibles, una presión que no se detiene ahí.

Para Adal Franco, el foco no está únicamente en la fractura, sino en el contexto táctico que rodea al equipo. “Era ideal para Anselmi, pero hoy ese estilo es un riesgo inherente”, explicó, marcando una distancia clara entre el perfil de Mier y el nuevo ciclo que encabeza Nicolás Larcamón. El portero-líbero que potenciaba la salida desde el fondo hoy genera dudas en un esquema que prioriza otras seguridades, un matiz que cambia por completo la discusión.

Así, la pregunta dejó de ser cuándo volverá Mier y pasó a ser si realmente encaja en el proyecto. Cruz Azul enfrenta una encrucijada compleja: sostener a un guardameta con talento probado, pero con interrogantes tácticos, o empezar a planificar una transición que nadie quería acelerar. Y en ese dilema, el calendario comienza a jugar un papel decisivo por su gran complicación.

La recuperación será el factor que termine de definir el escenario. Especialistas en medicina deportiva coinciden en que una fractura de tibia suele demandar varios meses, aunque el proceso puede acortarse con disciplina y una rehabilitación rigurosa. En Cruz Azul observan cada avance con cautela, sabiendo que cualquier retroceso puede alterar planes ya frágiles.

Las proyecciones internas apuntan a que Mier podría recibir el alta competitiva entre finales de febrero y principios de marzo. Ese plazo le permitiría realizar la pretemporada del Apertura 2026, una instancia clave no solo para su rol en el equipo, sino también pensando en la Copa del Mundo, un detalle que agrega presión extra a cada decisión que se tome.

Mientras tanto, Iván Alonso ya empezó a mover fichas. A diferencia de versiones previas, la estrategia no contempla registrar a Mier en la categoría Sub-21 durante el Clausura 2026. “Lo quieren en la parte clave del torneo”, indicó Adrián Esparza Oteo, dejando claro que el club no pretende esconderlo administrativamente, sino recuperarlo para momentos decisivos, una apuesta que implica riesgo.

En paralelo, el nombre de Emmanuel Ochoa aparece como una alternativa a futuro. El joven arquero ha sido comparado por su estilo con el propio Mier, especialmente por su juego con los pies y su lectura fuera del área. Aunque reportes lo vinculan también con Toluca, en Cruz Azul ya se piensa en escenarios alternativos, una señal de que el club se prepara para cualquier desenlace.