Con Anthony Martial y Allan Saint-Maximin a la cabeza: los fichajes que más decepcionaron en la Liga MX 2025

La Liga MX vivió en 2025 uno de sus mercados más ruidosos en años recientes. Clubes grandes apostaron fuerte por nombres con pasado europeo, selecciones nacionales y cartel internacional. Sin embargo, el torneo terminó dejando una sensación incómoda: muchas de esas “bombas” no explotaron nunca. La expectativa fue enorme, pero el impacto real quedó muy por debajo de lo prometido, y la diferencia entre inversión y rendimiento se volvió imposible de disimular.

Mientras los reflectores apuntaban a figuras importadas, el campeonato avanzaba mostrando una verdad incómoda para las directivas: el nombre pesa menos que la adaptación. Y ese contraste se volvió evidente cuando varios refuerzos mediáticos comenzaron a desaparecer de las alineaciones, a cometer errores groseros o simplemente a pasar inadvertidos. Esa lista de decepciones no se limita a un club ni a una posición: atraviesa todo el campo, empezando desde el arco.

Uno de los casos más señalados fue el de Santiago Mele en Monterrey. Llegó para competir —e incluso desplazar— a Esteban Andrada, pero terminó generando más dudas que certezas. Errores en momentos clave y una media de goles recibidos preocupante transformaron lo que debía ser una solución en un problema recurrente. Rayados pasó de buscar seguridad a convivir con la desconfianza bajo los tres palos, y ese ruido fue solo el inicio.

La defensa tampoco escapó al señalamiento. Diego Reyes en Querétaro nunca mostró el liderazgo que se le conoció en Europa y Tigres, William Carvalho en Pachuca evidenció una lentitud incompatible con el ritmo de la Liga MX, y en Cruz Azul, tanto Jeremy Márquez como Luka Romero quedaron atrapados entre la expectativa y la falta de continuidad. Y cuando los errores defensivos se repiten, el problema deja de ser individual y empieza a salpicar al proyecto completo.

En el medio, la decepción fue incluso más simbólica. Aaron Ramsey en Pumas llegó como fichaje mediático, pero su paso fue tan breve como irrelevante. Pedro Vite, una de las inversiones más altas en la historia del club, apenas influyó en goles o asistencias, mientras que Jordi Cortizo en León perdió protagonismo sin explicación futbolística clara. El motor que debía potenciar a estos equipos terminó funcionando a medias, pero lo mejor (peor) está en la delantera.

La ofensiva fue, quizás, el área donde más fuerte pegó el desencanto. Anthony Martial en Monterrey llegó como “bomba” internacional y terminó siendo una sombra, con pocas apariciones y nulo impacto. Rogelio Funes Mori en León mostró un declive evidente, mientras que Allan Saint-Maximin en América dejó solo destellos aislados, muy lejos de justificar su etiqueta de figura. El resultado fue un patrón repetido: delanteros caros, intermitentes y desconectados del juego colectivo. Cuando el gol no llega, la paciencia se agota rápido, y el cartel deja de proteger. Así se terminó armando, casi sin quererlo, un XI de decepciones que resume lo que fue el Apertura 2025 para muchos aficionados.

Este torneo dejó una enseñanza clara: en la Liga MX, el rendimiento sigue mandando por encima del nombre. Mientras varios clubes apostaron millones a figuras importadas, fueron los jóvenes y jugadores locales quienes marcaron la diferencia. El error no fue fichar talento, sino creer que el talento se adapta solo. Porque el futbol mexicano no castiga la ambición, castiga la improvisación. Y si algo dejó claro el 2025 es que los fichajes mediáticos sin contexto terminan siendo titulares… pero en la lista de decepciones.